jueves, 21 de mayo de 2009

Obsesiones y mitos: la Dalia Negra


Las redes sociales tienen a veces efectos en curiosos en las personas. El caralibro, por ejemplo, juega un papel destacado en el desarrollo de esta historia.

El caralibro tiene multitud de juegos y tests absurdos que uno cumplimenta para darse a conocer un poco más a los demás, en un ejercicio inocente (la mayoría de las veces) de exhibicionismo. En uno de estos tests, una amiga, inteligente y sensible donde las haya, refería a cinco personajes a los que resucitaría. Y entre ellos estaba Elizabeth Short.

No la recordaba, hasta que mi amiga me la recordó. Y por un momento contuve el aliento. No me considero una persona especialmente impresionable, pero el caso de Beth, que ya forma parte del imaginario colectivo del horror, ha sido una de las historias que más me han impresionado en toda mi vida.

Para quien quiera informarse cumplidamente de lo que acaeció a esta aspirante a actriz, puede encontrar millones de entradas de blog como ésta hablando extensamente del asunto, ver las cruentas y terribles imágenes del estado en que encontraron a esta mujer, y detalles de toda la investigación que acarreó el asesinato no resuelto más famoso de Los Ángeles. Yo os dejo aquí un link de una página web americana, un tanto sensacionalista, que incluso vende chapas pidiendo "justicia" para Beth Short.

En lo que a mí respecta, este asesinato me marcó desde el día que lo conocí, y es difícil de olvidar. Anoche, recordando, volví a ver la secuencia de fotografías que se conservan y se han difundido ampliamente por la red de la pobre Elizabeth, una muñeca rota, dantesca, la representación más tremenda que nunca he visto del desprecio hacia la mujer como ser, hacia la propia feminidad. Un sinsentido, una aberración, porque todo lo que sufrió no puede ser justificado de ningún modo. Como bien recordaba mi amiga en el caralibro, Beth sólo quería ser querida, llamar la atención de alguien y que la cuidasen. Su destino nadie podía imaginarlo, salvo la persona que seguramente lo estuvo soñando y deseando con manos temblorosas durante más de una noche. Me costó conciliar el sueño.

Lo que más me llama la atención de este suceso es la cola que ha traído. Novelas, estudios, ensayos, investigaciones amateurs, y más de un oportunista que ha intentado lucrarse aseverando poseer nuevos datos acerca del caso. Pero llama muchísimo la atención que, en su gran mayoría, son hombres los que han desarrollado una extraña fascinación por este caso. El desmembramiento de Beth podría tener un paralelismo con ese sentimiento que retrataba Buñuel en su película Tristana, protagonizada por la bella Catherine Deneuve. La película gira en torno a la falta de un miembro, concretamente una pierna, de la protagonista. La pierna que no está es el objeto de deseo, lo que atrae las miradas de los espectadores. La deconstruida Beth ejerce sobre muchos una especie de atracción similar e inexplicable.

Quede aquí mi particular homenaje, si es que se le puede llamar así, o recuerdo, o reconocimiento de que la impresión que causó en mi Elizabeth Short se la podía haber ahorrado la larga tradición de psichokillers que nos ha dado USA. In God we trust.

8 comentarios:

  1. Este tipo de asesinatos, tan pictóricos. El efectivísimo autorretrato de una psique.
    Recuerdo un libro que me regalaron, titulado "El asesinato considerado como una de las bellas artes". Si se me permite el momento de insensibilidad (o todo lo contrario), te diré que me parece el colmo de la expresión artística. Claro que algunos artistas merecen que los crucifiquen boca abajo.

    ResponderEliminar
  2. Entiendo lo que quieres decir, pero es una expresión de misoginia y de inferioridad tan enorme que repugna. No me digas que no te ha impactado. A lo mejor, como eres un hombre, y por simples cuestiones físicas, no puedes llegar a sentir la identificación freudiana que sufro al ver esas fotos. Violación post mortem, mutilación del pecho, deformación de rostro, desecación de la sangre.... introducir una de sus rodillas en su vagina... ya estoy dando demasiados datos...

    ResponderEliminar
  3. Es más: creo que precisamente por lo que comento en el texto, los hombres realizáis automáticamente una cosificación del cuerpo de esta mujer, siendo capaces de abstraeros de la realidad que supone el sufrimiento que le fue causado, y siendo capaces de ver más allá del mero dolor. No digo que sea malo, digo que soy incapaz de verlo de ese modo...

    ResponderEliminar
  4. Naturalmente que me ha impactado. Pero ¿por qué te ha impactado a ti hasta este punto? Utilizas la etiqueta "obsesiones", y yo diría que de una forma muy acertada.
    Esta pobre chica no valía ni más ni menos que cualquier ser humano de los que a diario son torturados y asesinados. Su asesino no vale ni más ni menos que cualquier loco hijo de puta de los que tanto abundan.
    Lo que diferencia un caso como éste y hace que deje impronta son otros detalles. Y la que no puede decirme que no es sensible a eso eres tu, Olga. Puede que tú alcances a ver los matices novelescos, de cine negro, de leyenda macabra de Holywood, yo desde luego soy mas sensible a los pictóricos.

    He esquivado los dardos envenados con sexismo, como ves. En mi caso, un cadaver con pene, no hubiese supuesto diferencia alguna. Aunque puede que uno menos hermoso si. Descanse en paz esta pobre chica.

    ResponderEliminar
  5. Creo que te has tomado a mal mis comentarios. En ningún momento he lanzado dardo alguno contra tí, vuelve a leer. Cuando he dicho que es una expresión de misoginia, me refiero al modo de expresión usado por el asesino, que, efectivamente, ha hecho gala de una gran capacidad "artística" a la hora de dejar el cadáver en ese preciso estado. Y claro que esta pobre chica no era especial, simplemente me llama la atención la historia, y las imágenes, como he dicho. Me impactaron mucho en su momento y anoche cuando volví a verlas.
    Cuando digo que quizás para tí es más fácil hacer una valoración global de lo que ves como hombre que eres, no digo con éso que sientas menos piedad, o te impacte menos, sino que te salvas de la identificación, igual que cuando ves que le dan una patada en los huevos a otro y no puedes evitar encogerte. Te lo tomas todo a mal, Oct.
    Lo primero que me impactó de este caso fueron las fotos. Luego leí acerca de lo demás, e incluso vi la película tan mala que hicieron inspirada en el caso. Pero, repito, me obsesiona la imagen en sí misma, y me hace reflexionar acerca de las motivaciones del asesino de hacer las cosas precisamente así.

    Malpensado...

    ResponderEliminar
  6. Olga te agradezco que hayas escrito sobre ella…sabes bien que no suelo sentir lástima por los seres vivos en mayoría… la causa de mi desprecio hacia la sociedad creo que aumento hace…5 años cuando buscando cosas sobre cine encontré esta historia que me impacto…como existe alguien tan perverso…como para no importarle de esa manera un persona… en fin GRACIAS…por que yo una vez me sentí Dalia Negra…

    ResponderEliminar