miércoles, 4 de marzo de 2009
Cuando una quiere que la vida sea como un anuncio de compresas
Cuando veo los anuncios de compresas me pongo de mala hostia. Supongo que todas me entenderéis. No entiendo por qué intentan vendernos la idea de que la regla es algo maravilloso, divertido, creativo, cuando en realidad la mayoría de los casos es pegajosa, sucia, dolorosa, desagradable, incómoda, y una serie de calificativos que no invitan a ver colorines, flores, ni a cantar.
Pero en días como hoy preferiría vivir en una de esas ficciones coloreadas antes que estar en mi piel. Un día de mierda. De esos en los que parece que te ha aplastado el cerebro una apisonadora y eres absolutamente incapaz de ser productiva ni en el trabajo, ni en nada.
Para estos días no tiene por qué haber razones concretas, basta cualquier tipo de suceso para que, que aunque sea pequeño, colme ese vaso que todos tenemos dentro para recoger ciertas cosas goteantes, y activa el mecanismo de "cerebro out". De verdad, que ganas tengo de que se me pase ésto, y de volver en mí. Estas fases, que seguramente son necesarias para nuestra cordura, a mi me desesperan. Y os doy un consejo: empatizar es bueno, pero solo hasta cierto punto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario