viernes, 14 de agosto de 2009

Sudor y furia


El calor. Es muy jodido el calor. Ya lo decía Lorca, que en los días de calor, y sobre todo en Agosto, pasan cosas muy malas.

El calor nos convierte en animales, desata en nosotros cierta malignidad, nos empuja a mirarnos con ojos aviesos, y a molestarnos por cosas que, en otros momentos, no nos molestarían. Venía por la calle y ya he visto dos enfrentamientos de personas por motivos asombrosamente estúpidos. Pero el culpable es el calor.

El calor nos transforma, nos corrompe, nos hace hervir la sangre, y no para bien. Asfalto ardiente, arena que quema, multitudes ansiosas, prisas, la náusea. Y un enorme ventilador.

El calor te aplasta, te deja inútil, te ablanda el cerebro, y dicen que desata crímenes. Lorca lo decía siempre, que el calor saca las navajas, y los temperamentos. Las pasiones son más negras, y la paciencia se acaba mucho antes, evaporada.

Me encanta el invierno.

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